Nunca es tarde ni mal momento para divulgar la vida deportiva de uno de nuestros grandes futbolistas y contribuir a un mayor conocimiento de su persona y del entorno que lo envolvió a lo largo de su carrera.
Hace ahora poco más de dos meses que dejamos de contar con su presencia entre nosotros, allá por la vega de Triana, tiempo prudencial para retomar su recuerdo y mantenerlo vivo, eterno; y para ello no he encontrado mejor fórmula que contaros, desde este blog humilde pero lleno de sentimiento como reza su nombre, el relato de su vida que él mismo firmó escribiéndolo en primera persona.
Nació el 12 de noviembre de 1924, en Portugalete (Vizacaya). Cuando apenas tenía un año, se trasladó con sus padres a vivir a Baracaldo, donde se crió y empezó su afición por el fútbol.
Sus primeros contactos con el balón fueron en el equipo Patria, de Baracaldo, jugaba de medio izquierda, teniendo la fortuna de ser seleccionado para representar a Vizcaya en los Campeonatos Nacionales para la Juventud, que se celebraron en Madrid, el año 1939, cuando José María tenía quince años.
El primero por la izquierda es José María Busto. El equipo es el Patria Sport de Baracaldo. |
Al año siguiente jugó en el Baracaldo, equipo que militaba en segunda división, actuando en todos los partidos. Por su apariencia juvenil, debía ir siempre acompañado por algún jugador mayor de su equipo para poder entrar en los campos de sus rivales, ya que los porteros no se creían que él fuera el guardameta del equipo visitante y no lo dejaban pasar.
Cuando la temporada 1941-42 estaba finalizando, se desplazó Pepe Brand desde Sevilla para ver a un jugador del Baracaldo y entonces se fijó en él, aconsejando a la directiva del Sevilla su fichaje. Contaba Busto también, por aquel entonces, con el aval del seleccionador nacional Amadeo García Salazar, quien dio buenas referencias, y don Arturo Otero se desplazó a Baracaldo para ultimar su traslado a Sevilla.
Arturo Otero |
marqués del Contadero |
Debutó con dieciocho años en el campo de Nervión en un partido oficial de Liga jugando contra el Zaragoza y ganando por 6-0. El equipo estaba formado por:
Busto; Joaquín, Villalonga; Alconero, Félix, Mateo; López, Pepillo, Campanal, Raimundo y Berrocal. En esta temporada con el entrenador míster O´Conell quedaron subcampeones. ¡Qué deleite para los aficionados ver jugar a estos fieras!.
En la temporada de 1945-46 se proclamó campeón de Liga con el Sevilla al empatar a un gol con el Barcelona, en su campo Les Corts, en el último partido de la competición y en el que los dos equipos se lo jugaban todo. El entrenador era Ramón Encinas y ese día el equipo fue: Busto; Joaquín, Villalonga, Alconero; Antúnez, Eguiluz; López, Arza, Araujo, Herrera y Campos.
En 1948 consiguió con el Sevilla la Copa del Generalísimo al ganar al Celta de Vigo por 4-1 en el estadio Chamartín. Patricio Caicedo era el entrenador y la alineación estaba compuesta por: Busto; Joaquín, Belmonte, Alconero; Antúnez, Eguiluz; Pineda, Arza, Mariano, Doménech y Campos.
Tres veces más alcanzó Busto con el Sevilla el subcampeonato de Liga y una vez subcampeón de la Copa.
Una imagen habitual en Nervión en los años cuarenta: Busto sale a despejar de puños. |
Duelo en las alturas entre dos grandes figuras: Busto y Zarra. |
Llegó a ser internacional con el equipo B de España, jugando contra Francia, en Bayona, en partido que se ganó por 2-0.
Otras dos veces actuó de suplente del equipo A, ambas contra Suiza.
Muy poca cosa para tantos años de jugador de primera fila.
En la temporada de 1956-57 no perdió ni un solo punto en los partidos que jugó el Sevilla en su feudo de Nervión y durante dos temporadas fue el portero menos goleado de la Primera División.
espectacular foto que inmortaliza una jugada de Busto el 22 de abril de 1951, en Nervión frente al At. Madrid, donde se obtuvo un subcampeonato de Liga. |
Con el Sevilla se desplazó dos veces a jugar a América, en los años 1952 y 1957.
Durante los dieciséis años que jugó en el Sevilla recibió muchas satisfacciones y alegrías, como la de los títulos de Liga y de Copa, aparte otros momentos muy gratos; pero el fútbol también tiene su lado triste y para José María no resultó fácil olvidar los dos momentos más penosos por los que pasó durante el tiempo que estuvo como jugador en activo.
El primero fue cuando se celebró en el campo de Nervión las Bodas de Oro del Sevilla Club de Fútbol, en el año 1955, ya que en aquel torneo no intervino ni como suplente, a pesar de que llevaba doce años en el equipo actuando de titular indiscutible.
El segundo, después de jugar en la Copa de Europa contra el Madrid, el año 1958, se le achacó la derrota hasta tal punto que, a su regreso a Sevilla, se le pidió causara baja inmediata en el Club, para dar entrada a otro jugador, a lo que accedió naturalmente, pero siempre se quedó con la duda de si el puesto que abandonaba quedaría bien cubierto.
El delantero centro benfiquista se mordió la lengua de rabia al ver la parada de Bustos que supuso un jarro de agua fría para el atacante lusitano. |
Bustos se anticipa a Coluna defendiendo con seguridad. |
Nunca entendió, el bueno de Busto, como un jugador podía estar acabado para el fútbol cuando, tres meses antes, había recibido los más cálidos elogios por su actuación contra el Benfica, en la misma Copa de Europa.
Crónica del diario lisboeta Mundo Desportivo del día 27-9-1957. No hace falta la traducción. |
En las temporadas de 1959-60 y 1962-63 fue seleccionador del equipo juvenil de la Federación Andaluza de Fútbol y también ese último año tuvo que echar una mano en el banquillo del Sevilla como “entrenador de emergencias”.
Como profesional, no jugó en ningún otro equipo que no fuera el Sevilla, al que consagró sus dieciséis años como jugador de fútbol, hasta el momento de su retirada.
Estos fueron algunos de sus compañeros en la mayor parte de ese tiempo
Emotiva foto junto a sus compañeros de éxitos en el Sevilla de los años 40: Felix, Araujo, Herrera, Arza y Pineda (de pie). Joaquín, Busto y Antúnez (sentados). |
Como hechos destacados en su trayectoria deportiva en el Sevilla, no puede pasar inadvertido el haber ejercido la capitanía del equipo sevillista durante siete años.
Busto y Panizo, capitanes del SFC y Ath. Bilbao, antes de empezar un partido en San Mamés. |
Busto pudo presumir de muchas cosas, entre otras, que nunca le expulsaron de un terreno de juego. Ni siquiera fue amonestado durante toda su carrera futbolística.
El 18 de Noviembre de 2009, el Sevilla Fútbol Club hizo justicia con José María Busto Llano, otorgándole la distinción del Dorsal de Leyenda…
A él.
Que nunca usó número ni dorsal alguno en su camiseta de portero sevillista.
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