domingo, 1 de enero de 2012

Cuento de Navidad





Fragmento del Cuento de Navidad “ el día que Jesús no quería nacer”
de Antonio García Barbeito.






Ángel
-…Y aquello…¿Qué…, qué es aquello? ¿Quiénes son esos que vienen en grupo bajando los cerros? ¡Eh!, ¿Quién anda ahí? ¡Eh vosotros!, ¿Quiénes sois? ¿De dónde venís y a qué? Pero…, ¿Cómo es posible, si vosotros no existíais, no estábais entre las figuras del Nacimiento? ¡Dios mío! ¿Quiénes son? ¿y qué querrán? ¡Pero…¿adónde vais?! ¡Eh, un momento, no os acerquéis al Portal! ¿no habéis oído lo que acabo de decirles a todos? ¡Eh, tú! ¿adónde vas? ¿Quién eres tú?











Alegoría 1:

Yo soy la Justicia.

Ángel:

¿y qué esperas?

Alegoría 1:

La noticia
Del nacimiento de Dios
Su venida beneficia
A toda la humanidad,
Pues al nacer Él, se inicia
La senda que me propicia
La igualdad.
Y están los injustos
Rompiendo a su gusto
La Equidad.
Hace falta un justo Juez
En la vida.
Número, peso y medida
Ha de traer:
Y ese Juez
Ha de nacer en Belén,
Esta noche sin tardanza.
Así ha de ser.
Él pondrá derecho el fiel
De la balanza.
Narrador:

Y el Ángel nada decía. Miraba y se sorprendía.

Ángel:

¿y tú quién eres?

Alegoría 2:

Yo soy la Paz.

Ángel:

¿y qué quieres?

Alegoría 2:

Regalar
El sentido de mi nombre
Y convertir a los hombres
A la buena voluntad.
Por eso vengo al Portal
A pedir la Navidad
Del Niño-Dios en la Tierra.
Y el Niño-Dios nacerá,
Porque Él sabe que a la Paz
Las puertas no se le cierran,
Que si no, devorará
Los trigales de la Paz
La cizaña de la guerra.

Narrador:

…y el Ángel nada decía. Miraba y se sorprendía.

Ángel:

Y tú ¿tú quién eres?

Alegoría 3:

¿Yo? Yo soy la Pobreza.
Por amor, no por condena.
Fui libre cuando aquél día
Junto a mi bolsa vacía
Sentía mi vida llena
De alegría.
Mas le falta una razón
A mi vida para ser.
Por eso vengo a Belén
A pedir que nazca Dios.
Dile tú que yo te mando.
Dile que su Nacimiento
La Pobreza está esperando.

Narrador:

…y el Ángel, nada decía. Miraba y se sorprendía.

Ángel:

¡Y tú,¿tú quién eres?!

Alegoría 4:

¡Yo soy la Fe!

Ángel:

¿Y qué quieres?

Alegoría 4:

¡Ver nacer al Mesías!

Ángel:

¿ y no eras tú quien decía
que creería sin ver?

Alegoría 4:

Y así es,
Pero me estoy acabando.
Necesito ir renovando
Mi firmeza.
Y la fuerza
De mi luz
Y de mi Conocimiento
Sólo la da el Nacimiento
De Jesús.
¡Dile que nazca a ese Bien!
¡Dile que se de premura!
¡…Que se está poniendo oscura
la claridad de la Fe!

Narrador:

…Y el Ángel, nada decía; miraba y se sorprendía.

Ángel:

Y tú, ¿tú quién eres?

Alegoría 5:

¿Qué quién soy yo?
Yo soy la Libertad,
Y necesito un camino
Por el que poder andar.
Y si Él no nace,
Vendrán
Las rejas y las cadenas
De la pena;
Nos llevarán al castigo
Y cerrarán con cerrojos
Los postigos de la mente.
Y a su antojo
Irán cegando los ojos
Inocentes.
¡Dile que venga conmigo,
que necesito pensar,
que necesito luchar,
que necesito creer
y poder
alcanzar
las ramas de la Verdad
en su arbolillo del bien!
¡Dile que venga al Portal,
que el mundo lo necesita!
¡Dile que tiene una cita
con la Libertad!

Narrador:

…Y el Ángel, nada decía, miraba y se sorprendía

Ángel:

Y tú, ¿Quién eres?

Alegoría 6:

¿Qué quién soy yo?
Yo soy la Esperanza.
La virtud que no se cansa
De esperar.
No temo a la lontananza.
Yo se que todo se alcanza,
Que todo habrá de llegar.
Por eso vengo al Portal
Sin dolerme la tardanza,
Que esperar en esperanza
Es gozar lo que aún no está.
Pero dile tú que sueño
Su pequeño
Despertar,
Dile que estoy esperando,
Celebrando
Su venida
A la Vida.
…Mas si no quiere nacer,
porque está cumpliendo fiel
del cielo alguna ordenanza,
coméntale mi añoranza
y dile que esperaré
hasta que lo quiera Él.
¡Por algo soy la Esperanza!.

Narrador:

…Y el Ángel nada decía. Miraba y se sorprendía.

Ángel:

¡Y tú, tú, ése, el último.¿Tú quién eres?!

Alegoría 7:

¿Yo? ¿Qué quién soy yo?
¡Yo soy el Amor!
La amistad,
La ternura.
Sin mi.
El mundo es mala locura,
Aventura de mal fin.
Yo soy bálsamo en la herida,
Y soy brazo
Donde se apoya el fracaso
Y se ayuda la caída.
¡Soy el lazo de la vida!
Yo soy el eje del mundo,
Su motor.
La comprensión,
La amabilidad.
Y la luz.
Eso que, sin ser salud,
Es vida en la enfermedad.
¡Soy el Amor!
Y soy la misericordia:
Refugio en el perseguido,
Y soy pan en el hambriento,
y soy agua en el sediento,
y en el desnudo, vestido.
Alegría en el anciano;
Soy lo divino y humano.
En mi nombre
Van los hombres
De la mano
En armonía.
¡Soy la risa, la alegría,
la razón que cada día
nos motiva el caminar!
Soy la sombra que al final
Del camino siempre espero
Para hacerlo llevadero.
Y soy más:
Soy el cariño
Que acompaña a la paciencia.
Y la inocencia,
Y la imprudencia
De los niños
Y soy luego,
Entre el hombre y la mujer,
Ese que dicen que es ciego,
Aunque sea el que más ve.
Y soy fuego,
Soy candela
Siempre ardiendo en centinela
De la voluntad mejor.
¡Soy el Amor!
Y estoy en la pena
Ajena,
Y abrazo conmigo
Al enemigo.
Y en toda necesidad,
Yo soy la caridad
Con el hermano.
Caridad siempre dispuesta
A pedir con esta mano
Lo que iré dando con esta.
¡Soy el Amor!
Y hagan lo que hagan los hombres,
Si no se hace en mi nombre,
No tendrá ningún valor.
Pero, fíjate, que yo,
Siendo el Amor,
Como soy,
No seré nada, si hoy
No naciera mi razón.
¡Vete, Ángel, dile a Dios
que venga a la Nochebuena,
que sí merece la pena…
que se lo pide el Amor…!

Narrador:

Pero el Ángel no decía. Miraba y se sorprendía… Y al tiempo se asombraba de una música que empezó a sonar y de un murmullo creciente. ¡Desobedeciéndolo, todas las figuras habían vuelto!






Ángel:

…Pero…¿Qué pasa, qué ocurre?
¿Adónde van los gañanes y esos bueyes?
¿Por qué cantan los pastores
y han vuelto a montar los Reyes?
¿ A qué bajan los luceros
desde el cielo con tal brío?
¿Y a qué la flor del romero
abre su azul bajo el frío?
¿Por qué corres lavandera?
¿A dónde vas, costurera,
abandonando el bordado?
¿Qué has visto desde el collado,
posadera?
¿Por qué saltas leñador?
¿Qué pregonas vendedor?
¿A dónde vais…, si Dios
no vendrá a la madrugada?

Narrador:

…Y cuando el Ángel pensaba
decir otra vez que no,
algo le dijo la Luna
que… miró para la cuna
y…¡estaba naciendo Dios!.



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